Como fabricantes de turrones artesanos, la almendra es uno de los ingredientes con los que mantenemos un estrecho y significativo vínculo; una semilla comestible que no solo brinda a nuestras recetas un dulce y sofisticado sabor, sino que además, contiene un alto valor nutricional y posee importantes beneficios para la salud y bienestar de nuestro organismo.
Composición nutricional de las almendras
Pese a su reducido tamaño, las almendras son capaces de aportar una importante cantidad de nutrientes a tu cuerpo, entre los que se encuentran oligoelementos, grasas saludables, proteínas vegetales, fibra, vitaminas y minerales. Veamos la composición nutricional de una ración de 95 gramos de almendras, lo equivalente a una taza (75 unidades aproximadamente).
- 546 kilocalorías.
- 46,9 gramos de grasas, de las cuales, 29,3 gramos son monoinsaturadas, 11,5 gramos son poliinsaturadas y 3,5 gramos son saturadas.
- 20,6 gramos de carbohidratos, de los cuales, 3,7 gramos son azúcares.
- 20,2 gramos de proteínas.
- 11,6 gramos de fibra alimentaria.
- 24,9 miligramos de Vitamina E.
- 3,2 miligramos de Vitamina B3.
- 1 miligramo de Vitamina B2.
- 250,8 miligramos de calcio.
- 254,6 miligramos de magnesio.
- 459,8 miligramos de fósforo.
- 669,8 miligramos de potasio.
- 3,5 miligramos de hierro.
- 2,9 miligramos de zinc.
- 2,2 miligramos de manganeso.
Este gran valor nutritivo es similar en todas las variedades de almendras, ya sean almendras marconas, llarguetas, guaras o comunas, por poner algunos ejemplos. Un increíble currículum que convierte a este fruto seco en uno de los más bondadosos para la salud, tanto física como mental.
Beneficios de las propiedades de las almendras
En cuanto a las propiedades beneficiosas que las almendras aportan a nuestro organismo, encontramos las siguientes:
- Su consumo aporta gran cantidad de grasas saludables, vitaminas, minerales e importantes nutrientes que son imprescindibles para el funcionamiento de nuestra máquina interna.
- La piel de las almendras es rica en polifenoles antioxidantes, por lo que si acostumbras a consumirlas sin pelarlas estarás protegiendo a tus células del estrés oxidativo; algo que contribuye a retrasar el envejecimiento celular y a disminuir las posibilidades de contraer determinadas enfermedades crónico-degenerativas.
- Su alto contenido en magnesio convierten a la almendra en un fruto seco ideal para controlar el azúcar en sangre en las personas diabéticas y con síndrome metabólico.
- Disminuyen la presión sanguínea elevada y mejoran la salud cardiovascular.
- Reducen los niveles de colesterol LDL y previenen la oxidación del mismo, hecho que evita la aparición de graves enfermedades cardíacas.
- Al ser bajas en carbohidratos y altas en proteínas y fibras, aportan saciedad y reducen la ingesta de calorías; ingredientes perfectos para la pérdida y el control de peso corporal.
- Su contenido en tirosina (aminoácido que interviene en la producción de dopamina) previene enfermedades como la depresión y la ansiedad, ayudando a mantener un estado anímico provechoso y saludable.
- Protegen la salud de los huesos evitando la aparición de enfermedades como la osteoporosis.
- Mejoran las habilidades cognitivas y facilitan la adquisición de aprendizaje.
Para aprovecharse de todos y cada uno de los beneficios y propiedades de la almendra, bastará con consumir una media de cuatro almendras al día, ya sea en forma de algún preparado que la contenga, como el turrón de Jijona o las peladillas —que no solo se comen en las bodas—, o bien, directamente crudas.