La anguila de mazapán es un dulce originario de Toledo cuya fama logró extenderse a lo largo de la Península, Portugal, Europa, e incluso América Latina. Se dice que su parecido con la serpiente servía para identificar y desenmascarar a los judíos y falsos cristianos, los cuales, no podían comer con agrado un mazapán con semejante forma.
Hoy te mostramos cómo hacer la receta de anguila de mazapán, un postre tradicional y típico de Navidad que sigue permaneciendo vivo en nuestra gastronomía popular.
¿Cómo hacer la anguila de mazapán?
La receta de anguila de Toledo se elabora a partir de mazapán y un relleno que es, generalmente, de yema confitada, cabello de ángel o frutas escarchadas. En esta ocasión, te enseñamos a hacer anguilas de mazapán de yema dura; pero si lo prefieres, puedes utilizar esta misma receta sustituyendo el relleno por unos 400 gramos de cabello de ángel.
Aunque la elaboración de este postre es fácil y rápida, tanto el mazapán como la yema deberán guardar un reposo de 24 horas antes de hacer la anguila, para luego volver a reposar otras 24 horas una vez esté hecha; por lo que, en caso de querer preparar esta receta para una ocasión especial, es importante que consideres el tiempo que tardarás en tenerla lista.
Ten en cuenta que por un lado tendrás que hacer la masa del mazapán, y por otro, la yema confitada que servirá de relleno. Asimismo, para decorar la anguila necesitarás fruta confitada y glasa real.
Ingredientes:
A continuación, te detallamos los ingredientes que vas a necesitar para elaborar uno de los postres para diabéticos más fáciles y rápidos de hacer. Toma nota y disfruta de esta sencilla tarta de turrón blando.
En nuestra tienda puedes comprar mazapán para hornear, así como la yema dura confitada para elaborar el relleno de la anguila.
A continuación te dejamos con un vídeo resumen para hacer la anguila de mazapán en casa.
Vídeo en Youtube sobre cómo hacer la anguila de mazapán en casa
Incorpora los ingredientes del mazapán a un bol y remueve hasta que todos queden perfectamente integrados. La masa debe quedar lisa y suave; tapa con papel film y deja reposar en el frigorífico durante 24 horas.
El siguiente paso será elaborar la yema dura. Para ello, coloca el agua y el azúcar en un cazo y calienta a fuego medio hasta formar un almíbar a punto de hebra. Deja que el almíbar se temple y, mientras tanto, bate las yemas en un bol. Vierte, lentamente y sin dejar de remover, el almíbar templado sobre las yemas de huevo. Una vez integrados ambos ingredientes, llévalos a un cazo y cuece a fuego lento hasta que se forme una crema espesa. Remueve constantemente para evitar que la crema se pegue. Aparta del fuego y reserva en el frigorífico hasta el día siguiente.
Transcurridas 24 horas, tanto la yema confitada como el mazapán estarán listos para su uso. Divide la masa de mazapán en dos trozos y, con una de las mitades, forma un cilindro que simule el cuerpo de la anguila. Coloca en una bandeja formando un semicírculo y aplana con la ayuda de los dedos.
A continuación, vierte el relleno de yema por encima ayudándote con una manga pastelera.
Estira con un rodillo la otra mitad de la masa y coloca la plancha de mazapán obtenida sobre el cuerpo de la anguila rellena. Aprieta ligeramente con los dedos hasta adecuarla a la anguila rellena y corta el sobrante.
Con la ayuda de un cuchillo o palo de madera, haz una apertura en la boca de la anguila y dale forma a las escamas haciendo pequeños cortes semicirculares sobre la masa.
Aprovecha el sobrante para hacer la lengua, los ojos y las aletas. Una vez lista, tapa y deja reposar en frío durante 24 horas.
Por último, pinta la anguila con huevo batido y hornea a 280 ºC durante 5 minutos o hasta que la masa adquiera el color deseado. Deja enfriar y decora al gusto con frutas confitadas y glasa real.
Quizá, lo más complicado de la que es una de las recetas con mazapán más populares sea tener que esperar dos días para poder degustarla; por lo demás, la elaboración paso a paso de la anguila de Toledo es muy rápida y no entraña dificultad alguna. Te animamos a que pruebes esta gran obra maestra; estamos seguros de que tanto a ti como a los tuyos os fascinará.
Ingredients
Directions
Incorpora los ingredientes del mazapán a un bol y remueve hasta que todos queden perfectamente integrados. La masa debe quedar lisa y suave; tapa con papel film y deja reposar en el frigorífico durante 24 horas.
El siguiente paso será elaborar la yema dura. Para ello, coloca el agua y el azúcar en un cazo y calienta a fuego medio hasta formar un almíbar a punto de hebra. Deja que el almíbar se temple y, mientras tanto, bate las yemas en un bol. Vierte, lentamente y sin dejar de remover, el almíbar templado sobre las yemas de huevo. Una vez integrados ambos ingredientes, llévalos a un cazo y cuece a fuego lento hasta que se forme una crema espesa. Remueve constantemente para evitar que la crema se pegue. Aparta del fuego y reserva en el frigorífico hasta el día siguiente.
Transcurridas 24 horas, tanto la yema confitada como el mazapán estarán listos para su uso. Divide la masa de mazapán en dos trozos y, con una de las mitades, forma un cilindro que simule el cuerpo de la anguila. Coloca en una bandeja formando un semicírculo y aplana con la ayuda de los dedos.
A continuación, vierte el relleno de yema por encima ayudándote con una manga pastelera.
Estira con un rodillo la otra mitad de la masa y coloca la plancha de mazapán obtenida sobre el cuerpo de la anguila rellena. Aprieta ligeramente con los dedos hasta adecuarla a la anguila rellena y corta el sobrante.
Con la ayuda de un cuchillo o palo de madera, haz una apertura en la boca de la anguila y dale forma a las escamas haciendo pequeños cortes semicirculares sobre la masa.
Aprovecha el sobrante para hacer la lengua, los ojos y las aletas. Una vez lista, tapa y deja reposar en frío durante 24 horas.
Por último, pinta la anguila con huevo batido y hornea a 280 ºC durante 5 minutos o hasta que la masa adquiera el color deseado. Deja enfriar y decora al gusto con frutas confitadas y glasa real.