El hecho de que la temporada del turrón dure sólo pocos meses y que la venta esté concentrada prácticamente en noviembre y diciembre, hace que hasta el momento, la tienda on-line de turrón artesano esté en una constante fase beta, algo parecido a lo que pasa con gMail pero a pequeña escala.
Me explico. Cuando llega diciembre y está el grueso de los pedidos, no tenemos tiempo absolutamente de nada, motivo por el cual solemos dejar de lado cuestiones como la promoción, marketing on-line, y el testing de nuevas funcionalidades. Alguna vez nuestro servidor nos ha dado un error en la base de datos y casi nos da un patatús porque apenas hemos podido atender la incidencia. Es por ello que la contratación de un buen hosting, a ser posible en España y con un buen servicio 24×7, es fundamental. En nuestro caso, cuando se han percatado de su error, incluso nos han regalado meses de hosting, algo que es de muy agradecer porque se ve el compromiso que tienen con los clientes. Eso en un dreamhost sería imposible.
Somos conscientes de que el diseño de nuestra tienda se puede mejorar, y es aquí dónde surge el siguiente dilema: ¿Es preferible para tener éxito centrarse en la calidad del producto y servicio o bien focalizar los esfuerzos en la calidad/diseño de la web? Obviamente, lo ideal es invertir esfuerzos en ambas cosas, pero en nuestro caso, la preferencia ha sido claramente la primera: continuar haciendo turrón lo mejor que sabemos y servirlos con la mayor atención al cliente posible. El resto (buen diseño, buenas fotos) vendrá después, aunque alguien puede pensar que estamos equivocados, y que el éxito puede estar en justo lo contrario.
Y puede que tenga razón, pero hasta el momento, lo que hemos intentado mejorar han sido los procesos, la productividad y la usabilidad, en lugar del diseño web. Y lo hemos hecho así porque no queremos morir de éxito. Preferimos servir 10 pedidos bien que 25 mal, porque lo que más nos interesa es que quien nos compre turrón o cestas de Navidad con turrón, vuelva a hacerlo, o al menos, haya tenido una buena experiencia de usuario. Nuestro nicho no es un turrón para masas, sinó un turrón exclusivo, limitado y recién hecho. Otro posible nicho de mercado podría ser una tienda de turrones baratos, pero el problema es que nosotros no sabemos hacerlos porque la mano de obra y la almendra marcona son caras.
Así que cuando recibimos un email de un cliente del año anterior, no podéis imaginar la alegría que nos da 😀