La crema de yema es uno de los grandes clásicos de la repostería. La crema de yemas y de yema tostada son la base de deliciosos y variados postres como tartas o los tradicionales turrones de yema tostada y sin tostar. En este artículo vamos a contarte cómo hacer yema tostada en casa de forma fácil para que prepares los mejores postres con los que triunfar con tu familia y amigos.
Cómo hacer yema tostada y crema de yema para postres
Como su propio nombre indica, el ingrediente estrella de la crema de yema son las yemas de huevo. Con ellas, prepararemos una crema de textura untuosa y con una densidad que permite usarla tanto como relleno como de decoración en pastelería.
Ingredientes para elaborar Crema de Yema
Elaboración de la Crema
Mezcla la leche con la maicena hasta que quede bien disuelta y reserva.
En otro recipiente bate ligeramente las yemas y mezcla con la leche con maicena.
En una olla a fuego muy lento, para que no se queme, hacemos un almíbar de hilo fino con el agua, el azúcar y el zumo de limón. Sabrás que está en su punto cuando al coger un poquito con dos dedos y separarlos se forme un hilo fino entre los dedos. ¡Hazlo con cuidado de no quemarte! Deja templar.
Cuando el almíbar esté templado, ve mezclando muy poco a poco con las yemas sin dejar de remover. Es fundamental que el almíbar no esté caliente o los huevos se cuajarán. Ayúdate de unas varillas para mezclar bien.
Pon la crema a fuego lento y no pares de remover hasta que espese la mezcla. Si quieres aromatizar tu crema con vainilla o ralladura de limón o naranja, hazlo justo antes de ponerla al fuego.
Cuando tenga el espesor que prefieras, retira del fuego y añade la mantequilla removiendo suavemente para que se integre.
Es muy importante que cubras la crema con un film puesto “a piel”, es decir, tocando la superficie de la crema para que no se cree una costra. Deja reposar en el frigorífico mínimo tres horas antes de usarla para tus postres.
Si prefieres que la crema de yema sea tostada, espolvorea con una cantidad generosa de azúcar y gratina al horno o quema con un soplete de cocina.
Postres con Crema de Yema
Hay muchos ejemplos de repostería elaborados con crema de yema, pero sobre todo se usa para elaborar tartas y decorarlas.
La más popular es la tarta San Marcos, aunque los brazos de gitano rellenos de yema son también un postre muy apreciado. Sirve para elaborar el llamado tocinillo de cielo roto, también conocido como yema confitada. La crema es un relleno perfecto para crepes y profiteroles o cualquier pastel que lleve como base bizcocho o pasta choux.
La yema tostada tiene una receta que podemos cocinar nosotros mismos, pero si lo prefieres, tenemos a tu disposición yema dura y yema especial para decoración y para tartas, además de nuestra yema sin azúcares añadidos. Te llevamos a casa la calidad de la crema de yema elaborada por nuestros maestros pasteleros, para que disfrutes de todo su sabor.
Ingredients
Directions
Mezcla la leche con la maicena hasta que quede bien disuelta y reserva.
En otro recipiente bate ligeramente las yemas y mezcla con la leche con maicena.
En una olla a fuego muy lento, para que no se queme, hacemos un almíbar de hilo fino con el agua, el azúcar y el zumo de limón. Sabrás que está en su punto cuando al coger un poquito con dos dedos y separarlos se forme un hilo fino entre los dedos. ¡Hazlo con cuidado de no quemarte! Deja templar.
Cuando el almíbar esté templado, ve mezclando muy poco a poco con las yemas sin dejar de remover. Es fundamental que el almíbar no esté caliente o los huevos se cuajarán. Ayúdate de unas varillas para mezclar bien.
Pon la crema a fuego lento y no pares de remover hasta que espese la mezcla. Si quieres aromatizar tu crema con vainilla o ralladura de limón o naranja, hazlo justo antes de ponerla al fuego.
Cuando tenga el espesor que prefieras, retira del fuego y añade la mantequilla removiendo suavemente para que se integre.
Es muy importante que cubras la crema con un film puesto “a piel”, es decir, tocando la superficie de la crema para que no se cree una costra. Deja reposar en el frigorífico mínimo tres horas antes de usarla para tus postres.
Si prefieres que la crema de yema sea tostada, espolvorea con una cantidad generosa de azúcar y gratina al horno o quema con un soplete de cocina.