Monumentos emblemáticos de Jijona

El casco antiguo y la Iglesia de Santa María

Desde las afueras del pueblo se aprecian las antiguas construcciones que constituyen el casco histórico. La historia de este municipio es muy amplia. Se puede apreciar la influencia de todas las civilizaciones que han pasado por esta zona. Las viviendas de Jijona pueden tener hasta siglos de construcción y seguir en pie. Muchas de ellas con influencia árabe.

Como antiguamente, esta zona tiene calles anchas y largas con una gran pendiente ya que se colocaban cerca de una montaña donde se ubicaba el castillo. Todas estas caracteristicas crean un ambiente único con sombras e imágenes difíciles de encontrar. Este casco histórico tiene un reconocimiento de la Unesco.

Dentro de esta zona de Jijona destaca La Iglesia de Santa Maria. Esta iglesia tiene un peculiar interés arquitectónico del que apenas quedan algunas ruinas. Lo que mas destaca es el pórtico principal. Este pórtico es ahora un mirador para que se puedan apreciar todas las vistas de Jijona. El pórtico ha sido restaurado en varias ocasiones y se conservan los detalles originales de su construcción junto con unas placas conmemorativas, donde podemos leer curiosidades que ocurrieron aquí.

Desde este mirador podemos ver el contraste de la naturaleza al fondo, los nuevos edificio y la zona antigua, que nos permite apreciar el cambio que ha ido sufriendo Jijona en los años.

Pero el casco antiguo no acaba aquí, ya que podemos seguir subiendo y nos encontraremos al pie del castillo. Del castillo quedan ruinas, pero es todo original de la época. El acceso al castillo no está permitido, por lo que no se puede apreciar lo poco que queda por dentro. Pero si se puede apreciar de cerca la parte exterior.

Horno de Pan Medieval - El forn del Raval de Xixona

Horno de pan de características medievales. Está documentado a principios del s. XVI. Se dice que es uno de los más antiguos de toda la Comunidad Valenciana y una verdadera joya arquitectónica. Hoy en día funciona a pleno rendimiento. También son famosas las pastelerías en su elaboración de pastas típicas jijonencas como iguales (almendra, harina y canela), doblades (se amasan únicamente para Todos los Santos), magdalenas, tortadas (bizcocho de almendra)... En cuanto a la gastronomía, Jijona cuenta con un amplio recetario: Llegum (guiso de pencas, judias secas y costillas de cerdo), xeleré (arroz caldoso con pencas, garbanzos, entrañas y embutido de cerdo), pericana (mezcla para el pan elaborada basícamente con ñora y pimientos secos y bacalao) y el giraboix (hervido de pencas, patata y bacalao).

La historia del castillo de Jijona

El castillo de Jijona fue en su época una de las más destacadas fortalezas de la frontera entre el reino de Castilla y la Corona de aragón. El Castillo fue levantado por los musulmanes en el siglo XII. Fue construido aprovechando la altura y la localización de la montaña.

El castillo fue conquistado por cristianos en la época de Jaume I el Conquistador en 1258. Pero fue conquiste una segunda vez pero por Pedro el Cruel que volvió este castillo propiedad de Castilla en 1364. Durante la guerra de Secesión también fue asediado y conquistado por las tropas del archiduque Carlos y finalmente recuperado por las tropas de Felipe V.

La torre de este castillo que mejor se conserva es la Torre Grossa de 16 metros de altura. Esta torre era la defensa de la zona norte del Castillo, únicamente la parte más expuesta al ataque. A pesar de los cientos de años a sus espaldas, todavía se distinguen las formas de las murallas y torres del mismo y uno se puede imáginar como debió lucir en aquellos días. La Torre Grossa se ha convertido en un símbolo para Jijona, es por ello que la llevamos en nuestro escudo. Se puede observar desde apenas unos metros de distancia y encima de la colina, observando a nuestro pueblo, ha sido objetivo de numerosas fotografías artísticas.

 El belén de Jijona

Algo que destaca de Jijona es su belén. Todos los años cientos de personas acuden a la feria de Jijona y no dudan de pasarse por el belén a la entrada del pueblo. El belén se compone de los personajes clásicos de toda la vida pero un tamaño mucho más grande que las figuritas que conocemos. Además se pueden escuchar los villancicos más populares gracias a los altavoces que hay incorporados.

No solo eso sino que también se sitúa en una pequeña cascada, debajo de la colina donde aguarda el Castillo lo que le da vida a ese ambiente navideño. Sin duda merece la pena llevar a los niños a verlo y ver como lo señalan y sale una pequeña sonrisa. Es el lugar perfecto para hacerse las fotos familiares en plena Navidad.

La Iglesia de Santa Maria

El Castillo de Jijona

El Belén de Jijona